Entre aproximadamente un 35 y un 40 por ciento del índice de masa corporal (IMC) de un niño o niña (lo grueso o delgado que esté) es herencia de sus progenitores, según un nuevo estudio.
Para la mayoría de la población infantil obesa, la proporción asciende hasta el 55-60 por ciento, lo que sugiere que más de la mitad de su tendencia hacia la obesidad está determinada por la genética y el entorno familiar.
El equipo de Peter Dolton, profesor en la Universidad de Sussex, halló que la transmisión intergeneracional del IMC se efectúa de un modo en el que el IMC de cada niño o niña procede, en promedio, en un 20 por ciento de la madre y en un 20 por ciento del padre, aproximadamente.Otra noticia
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