En esencia se trata de metano producido por la vegetación muerta en descomposición. Este gas se va a cumulando en los huecos subterráneos y en el momento que se filtra y se enciende (en este caso por la erupción volcánica), produce llamas de este curioso color azulado.
Este proceso se produce, según los científicos, más habitualmente en las zonas pavimentadas. Al estar estas carreteras construidas sobre materia orgánica, es más probable que se haya quedado gas metano atrapado bajo las mismas. Al salir al exterior estas pequeñas bolsas de gas metano y entrar en contacto con la lava,comienza la combustión y de esta manera las vistosas llamas azules.
Dichas llamas son solo visibles por la noche y, evidentemente, duran el tiempo que tarda en consumirse el metano.
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