Desde el pasado 2 de mayo, el volcán más activo de Hawái, el Kilauea, está en erupción. Eso en sí mismo no es una novedad, pues lleva tres décadas emanando lava. Sin embargo, la erupción actual es distinta y podría ser mucho más violenta. Precedida por una serie de terremotos, deformaciones del terreno y emisiones de gas –en gran parte dióxido de azufre, altamente tóxico–, en esta ocasión la erupción de este volcán cuyo nombre en hawaiano hace referencia precisamente a su frecuente flujo de lava (Kilauea podría traducirse como "arrojar" o "extenderse mucho") ha obligado a evacuar a unas 2.000 personas residentes de Lanipuna Gardens, en el distrito de Pahoa, en el este de la isla.
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