martes, 14 de marzo de 2017

Cada día comemos más seguro, pero menos sano

La alimentación en nuestros días supone una gran paradoja: hay más controles pero es menos saludable




Hemos avanzado, siendo capaces de diseñar sistemas de seguridad que han permitido reducir los riesgos alimentarios prácticamente a cero. Pero se da la paradoja de que, aunque tenemos a nuestra disposición los alimentos más seguros de toda nuestra historia, comemos peor que nunca.

1. Muchos productos y pocos alimentos

aunque la mayoría de la gente suele tener la percepción de que come mucho, comemos poco y mal: pocos alimentos con muchas calorías con los que, a pesar de lo que muchos creen, no cubren sus necesidades.

2. El ambiente obesogénico nos está matando

Las Enfermedades No Transmisibles (ENT), como el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, en las que el estilo de vida y la alimentación actúan como factores de riesgo, se han convertido en el mayor asesino de nuestros tiempos.

3. Seguridad alimentaria no es sinónimo de calidad nutricional

Que un alimento sea seguro, desde el punto de vista sanitario, no implica que sea saludable.

Nuestro verdadero problema sanitario es el aumento de enfermedades crónicas, como la obesidad o la diabetes

4. Con más nutrientes (añadidos) no significa más nutritivo

Por muchas vitaminas o minerales que se le añadan a un producto insano no lo convierte en una buena elección alimentaria.

5. La comida de verdad no necesita sello de calidad


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