Los expertos alertan de posibles efectos devastadores si el patógeno llega a España
El patógeno, causante de la enfermedad hemorrágica, es tan letal como el ébola y tan contagioso como la gripe. En solo un par de meses, el virus ha eliminado el 42% de los ejemplares silvestres
Los conejos europeos fueron introducidos en 1859 en la isla mayor por un colono inglés, Thomas Austin. Los animales, sin apenas depredadores, se convirtieron en una peste.
Las autoridades han propagado ahora, en unos 600 puntos de la isla, la nueva cepa K5 del conocido virus de la enfermedad hemorrágica del conejo. La cepa, denominada científicamente RHDV1 K5, se ha aislado en Corea del Sur y solo afecta a los conejos silvestres. “Es mucho peor que el ébola. El virus resiste meses activo en el medio ambiente. Los conejos mueren en 48 horas y la mortalidad alcanza el 90%”
El equipo de Parra identificó en 2012 en España una nueva variante del virus de la enfermedad hemorrágica y trabaja en su vacuna. En la península Ibérica, la escasez de conejos pone en peligro la conservación de especies como el lince ibérico y el águila imperial ibérica. Por eso, la guerra biológica en Australia pone los pelos de punta a los expertos españoles.
“Es una medida peligrosa para otras partes del mundo en las que intentamos preservar los conejos. Los virus no saben de fronteras. Cualquier australiano lo puede traer a España en sus botas. Es una medida irresponsable”
Australia ya introdujo en 1951 el virus de la mixomatosis —descubierto en Uruguay— para diezmar sus poblaciones de conejos. En 1952, vista la letalidad alcanzada en Oceanía, un médico jubilado francés decidió liberar el virus en sus tierras. La mixomatosis se extendió por toda Europa, llegando a aniquilar el 99% de los conejos en algunas regiones.
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